Aragón cuenta con una flora y un clima privilegiados para la apicultura que propicia una amplia variedad de formaciones vegetales y da lugar a distintas mieles monoflorales: tomillo, romero, encina y mieles de bosque, entre otras. La elaboración de miel en Aragón suele recaer en pequeñas empresas de carácter familiar que concentran desde el cuidado de las colmenas hasta la venta. El resultado es una miel excelente que muchas veces se comercializa con marca propia, junto con otros productos derivados de la colmena. Encontraremos ejemplos desde el Campo de Borja, pasando por Cinco Villas, Los Monegros o el Maestrazgo.