Hasta Iker Jiménez ha pasado cientos de veces a contemplar el pueblo viejo de Belchite, seguro que tú también has ido a verlo. Es una visita que conmociona, la verdad. Y no podemos afirmar nada de los fantasmas y otros asuntos de Cuarto Milenio, somos ignorantes en ese tema. Pero te podemos hablar de un elemento que nos sobrecoge y nos subyuga con su belleza cada vez que vamos a Belchite: su bosque de olivos.
Ese mar de troncos retorcidos, de verde amarillento y de campos cuidados impresiona. 700 hectáreas de olivar que constituyen el bosque de olivos más grande de Aragón, de Belchite a Codo. Esos olivos que han vivido de cerca el horror de la guerra son la muestra de que no todo se paró en la batalla de Belchite y que sus gentes tienen mucho que ofrecerte. Con su aceite, elaborado en las almazaras de la zona, se elaboran ricas pastas y lamines, se guarda el queso, la conserva, los pollos y conejos escabechados, se aliñan los productos de la huerta. Un sabor que inunda todo y que puedes ver como se elabora allí mismo, en directo.
Nosotros te recomendamos que hagas el recorrido señalizado entre Belchite y Codo, una ruta circular de 11 km, que te llevará por la sombra de estos gigantes y te internará en el bosque de olivos. Después acércate a la Almazara Molino Alfonso, una de las más antiguas de Belchite, y sorpréndete con una visita guiada a sus instalaciones, sus olivares, iníciate con una cata de aceite y para finalizar te puedes llevar unos litros de oro líquido a casa. Para reservar este pack tienes que llamar al 976 83 00 55