Producción: Arroz, espárragos y garbanzos.
El origen de la cooperativa S. José es de principios del siglo pasado, del tiempo de los sindicatos agrícolas católicos de los años veinte. En aquellos tiempos el cultivo prioritario era el cereal. Desde la puesta en marcha del canal de Bardenas (años 50-60) se amplió la variedad de plantaciones. La cooperativa se reestructuró en la década de los 40 y se modernizó a finales de los 80. Hoy en día, está constituida por pequeños y medianos productores, de Sádaba fundamentalmente, que poseen tierras de secano y de regadío. Como otras empresas del sector, su economía depende del agua, del mercado y de la política agraria comunitaria. La posición de la cooperativa en cuanto a Alimentos de Cinco Villas es de apoyo y también de motivación a sus socios, a sus propios agricultores, para sacar sus productos a través de ella. Además de otros cultivos -trigo, girasol, maíz, alfalfa, hortalizas, etc.-, disponen de tres alimentos de imagen de la cooperativa con una calidad contrastada.

Arroz: Es el cereal estrella de las cinco villas. En plan extensivo se ha desarrollado en los últimos cinco años. Durante los últimos cincuenta, algunos agricultores lo sembraban con carácter comercial pero no extensivo. Sádaba es la zona más alta de toda España en la producción de arroz: 450-500 metros sobre el nivel del mar. Esto implica que se recolecta un mes o mes y medio más tarde que en otras zonas y, por lo tanto, la maduración es más lenta y mejores las características del grano. Además se riega con agua del Pirineo a través del canal de Bardenas y del embalse de Yesa. Esta agua es pura pero tiene un problema: su baja temperatura que enfría la tierra por lo que no todas las variedades de arroz se adaptan. La variedad que se produce en Sádaba es el semilargo. Es de grano un poco arrugado y tiene la particularidad de que al ser cocinado no se pasa. Se siembra durante la segunda quincena de abril o primera de mayo. Raramente se comienza a cosechar antes de las fiestas del Pilar (en otras zonas a primeros de septiembre). Si la climatología es adversa se inicia en noviembre e incluso en diciembre. Se comercializa a través de tres vías: una testimonial a los propios asociados y gente allegada a la localidad, otra que sale con C de calidad con la marca Brazal, y otra mayoritariamente en cáscara, tal y como viene del campo, a las multinacionales del sector.

Espárrago: Forma parte de la Denominación de Origen de espárrago Navarra. No obstante, las explotaciones prácticamente están desapareciendo por falta de rentabilidad, de mano de obra y, sobre todo, por la caída del precio debido a las importaciones masivas de espárrago chino y peruano. Se había hecho un gran esfuerzo en variedades no fibrosas, de buen calibre, y cuando se había llegado a comercializar, el espárrago está perdiendo en competitividad. La mayoría se vendía para embotar y una pequeña parte fresco.

Garbanzo: Ha sido un producto tradicional de autoconsumo para el agricultor pero sin fines comerciales. Hoy en día, constituye una línea de investigación de la propia cooperativa. El afán de comercializarlo arranca de un estudio agronómico comparativo de leguminosa frente a cereal de secano. Es un proceso que consiste en comparar diferentes variedades de garbanzos y su adaptación a la zona de Sádaba.
Se realizan diferentes pruebas con garbanzo castellano, de Muniesa, blanco lechoso de Huelva, etc. Éstas se hacen en un tipo de tierra que se llama de saso: tierra roja oxidada de secano. Se estudia qué variedad se adapta mejor desde el punto de vista agronómico, de calidad de sabor y de producción para lanzarlo comercialmente. En la actualidad, las cantidades sembradas son para la comercialización local con la marca tierra de saso. Se presenta en un envoltorio que recuerda el papel en el que envolvían nuestras madres los alimentos. La producción se reparte en la hostelería más cercana, y a la gente de la zona (abuelas y madres) de las que se obtiene información.