La cooperativa S. Sebastián existe desde 1964. Es pequeña y sus elaboraciones son artesanas.
Las viñas se encuentran en Sierra de Luna.
El paisaje es más mediterráneo que el del resto de las Cinco Villas, ya que está en el extremo más oriental de la comarca.
Las viñas, centenarias en su mayoría se cultivan en laderas no muy pronunciadas y en parcelas pequeñas según los usos tradicionales de la zona aunque, adaptándose a nuevas fórmulas empresariales.
Sierra de Luna es de los pocos lugares en las Cinco Villas donde se elabora vino, elaboración que se extiende hacia la vecina comarca de Ribera del Gállego, donde hay una implantación tradicional de bodegas en el municipio de Villanueva de Gállego. Por ello, recientemente se ha creado una simbiosis entre estas bodegas y la cooperativa de Sierra de Luna para elaborar un vino que sale al mercado con la marca: María de Brianda.

Vino:
Se elaboran vinos con garnachas centenarias que son muy apreciadas entre los especialistas del vino, por lo que se augura un buen futuro.
La vendimia se realiza entre el 25 de septiembre y el mes de octubre.
Las preferencias en el consumo de vino entre los cooperativistas han variado en los últimos años: durante la última década se ha pasado de la predilección por el rosado al tinto.
Aunque siguen insistiendo en vinos de alta gradación alcohólica.

Elaboran tres vinos con marca Ribera del Gállego-Cinco Villas: dos vinos tintos, María de Brianda y Monasterio de Monlora, y un vino rosado, Monasterio de Monlora.

María de Brianda:

Es un vino tinto, de producción limitada. Elaborado con uva garnacha propia de la zona y una proporción pequeña de Cavernet-Sauvignon. Tiene un color guinda, brillante y transparente, con aromas muy finos a bayas del bosque maduras matizado con pimienta molida. En la boca tiene toques amargos y glicéricos del alcohol. Es astringente como corresponde a la personalidad de las garnachas con que está elaborado. Estas características aseguran una larga permanencia en botella.

Monasterio de Monlora (tinto):

Vino tinto joven del año, elaborado con uva garnacha en la sociedad cooperativa. Es rojo cereza con tonos violetas, ligeramente azulados. En la nariz destacan los aromas a zarzamora, grosella y frambuesa muy madura. En la boca es un vino intenso, vinoso, con una astringencia que define su juventud y que destaca sobre la acidez. Son los vinos de elaboración tradicional en las zonas bajas de Aragón.

Monasterio de Monlora (rosado):

Bonito color rosa fresa. Huele a golosina de fresa y frambuesa. En la boca destacan de nuevo las frutas del sotobosque dando como resultado un vino alegre, ligeramente ácido, refrescante, que invita a beberlo muy frío.