El papel de las cooperativas en la economía agraria y en el mundo rural aragonés es fundamental, ya que permiten tanto mejorar la competitividad de muchos agricultores y ganaderos en un mercado cada día más difícil y globalizado, como por otro lado aportar servicios que mejoren la producción, formación y difusión, por lo que el impacto en la sostenibilidad y mejora del territorio aragonés es más que positivo. Encontramos numerosos ejemplos en nuestros pueblos, sobre todo si hablamos de cereal pero en cuanto a alimentos, destacar las cooperativas de algunas familias de productos como las de fruta y hortaliza, vino o aceite, que determinan la comercialización en numerosas comarcas.